La compra de animales como regalo navideño

Se aproxima la navidad y con ella el momento más especial para los niños, la noche de los reyes magos en la que recibirán sus regalos más deseados. Los pequeños escribirán sus cartas con las peticiones que desean hacer a los reyes y, entre todas ellas, habrá muchas en las que su mayor sueño será tener un perro.

En ese momento los padres se ven envueltos en un duro dilema: ceder ante su hijo o no concederle ese deseo. Lo principal es plantearse las responsabilidades que conlleva tener un perro en casa puesto que hay que recalcar que no se trata de un juguete ni un objeto de decoración. Es un ser vivo que requiere de cariño y cuidados de manera que, como cualquier otro animal, tendrá que a hacer sus necesidades (lo cual conlleva sacarlo un mínimo de dos veces al día). A ello hay que añadir que en el caso de los cachorros, habrá que educarles a fin de que no se meen en casa pues son animales y, por tanto, nadie hasta ese momento les ha establecido unas pautas a seguir.

Sin embargo, no todo el mundo tiene la paciencia necesaria para enseñar a su animal de compañía y, tras varias veces de intentar que no se mee o que no muerda las cosas, deciden acudir a la vía rápida y abandonarlo a su suerte. Al final, ese cachorro tan adorable que en un principio tenían, se ha convertido en un estorbo del que hay que deshacerse.

Un estudio realizado por la Fundación Affinity informa de que durante el pasado año 2014 se abandonaron más de 140.000 perros y gatos en España. Las cuatro principales causas de su abandono se debía a factores económicos, camadas indeseadas, el comportamiento animal al igual que la pérdida de interés en la mascota.

Otro dato significativo que se muestra en dicho estudio es que un 59% de los perros que rescatan las protectoras se encuentran en la edad adulta pues suele ocurrir que cuando el animal crece, para la familia pierde el encanto y la “belleza” que éste tenía de cachorro. Es relevante incidir en que un 81% de los perros abandonados son de raza mestiza. Este hecho resulta relevador ya que mucha gente sigue considerando que las razas puras son más bonitas y “lucen mejor en la calle”, olvidando que al fin y al cabo hasta el ser humano es una mezcla genética de diferentes etnias culturales.

Finalmente, la Fundación Affinity destacó que entorno al 40% de los perros y gatos provienen de regalos. Por ello, hay que plantearse muy bien si realmente uno se encuentra en el momento adecuado para tener un animal de compañía puesto que requiere de unos cuidados de los que quizás la persona no pueda encargarse diariamente. Y, sobre todo, conviene reflexionar sobre el hecho de que cualquier animal siente y padece, por lo que su abandono puede sumirlo en la tristeza.

Como matización final, sería interesante insistir en que si la familia tiene muy claro su deseo de tener un compañero animal existen, a parte de la compra, otras vías de obtener un perro o gato como bien puede ser la adopción en perreras o protectoras. Así, no solamente se le está dando una segunda oportunidad a un animal que ha pasado por una mala situación sino que éste le compensará durante todas sus vidas con cariño y afecto. De esta forma, también se evita fomentar la explotación de perros de raza pues hay que pensar que esos adorables cachorros que se observan en las vitrinas de las tiendas de animales provienen de una madre a la que utilizan para criar sin descanso.

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