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Ser vegetariano, ¿un estilo de vida?

  • María Marta Valero
  • 13 ene 2016
  • 3 Min. de lectura

Hay personas que el amor que sienten por los animales va más allá de la defensa de sus derechos y de la protección de los mismos, deciden por voluntad propia dejar de comer carne y pescado, pasando a seguir la dieta conocida como vegetariana. Ya no sólo por el hecho de estar matando a un animal para comérselo sino el calvario que supone para ellos todo el proceso hasta que los llevan al matadero (acabando con su vida en muchos casos de una manera muy poco compasiva).

Sin embargo, es una forma alimenticia que no todos apoyan. Son muchos nutricionistas los que no recomiendan seguir el vegetarianismo pues, según ellos, conlleva un déficit de vitaminas y proteínas esenciales para el cuerpo humano que solamente se consiguen a través de la ingesta de carne y pescado.

En los últimos meses ha aparecido una noticia que ha sembrado la polémica, el informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde declaraba que la carne procesada es cancerígena. Entonces, ¿qué supone un mayor beneficio, comer carne o dejar de hacerlo? Para los vegetarianos, alimentarse de carne no supone una opción pues conlleva el sacrificio del bienestar de los animales. Aunque el vegetarianismo es una dieta por la que está comenzando a apostar mucha gente, todavía sigue siendo un mundo que la mayoría de personas desconoce.

Por ello, y por el hecho de hallarse vinculado con la protección de los animales (tema que tratamos en el presente blog) hemos entrevistado a Eva Navarro, estudiante de enfermería y amante de los animales desde muy pequeña. Eva es vegetariana desde hace dos años y en ningún momento se ha arrepentido del gran cambio que ha supuesto esta acción para ella.

¿Por qué decidiste hacerte vegetariana?

Siempre he sentido una gran afinidad hacia los animales. Los respeto y admiro mucho, así que aparte de estar en contra de todo lo relacionado con la tauromaquia, creí que debía dar un paso más allá. Hacerme vegetariana, era mi forma de seguir aquellos principios en los que creo. La no explotación de los animales y el respeto por todos ellos, ya sea un perro, un conejo o un cerdo.

¿En qué momento decidiste serlo? ¿Fue pensado y hecho?

No, en realidad me costó. Estuve planteándome la idea durante casi un año, pero para mí resultaba un poco complicado porque antes no me gustaban la mayoría de verduras. En parte, fue todo un reto y lo conseguí.

Voy a preguntarte por un tópico en este tema, ¿es verdad que los vegetarianos os alimentáis básicamente de ensaladas?

(Risas) ¡Qué va! Eso es lo que creen los que no saben bien en qué consiste el vegetarianismo. Yo sigo una dieta ovolactovegetariana lo que quiere decir que puedo comer tanto productos y derivados lácteos como huevos. También como muchas legumbres, fruta, arroz, cereales, pasta… y, por supuesto, verduras. Además, que no comamos carne no significa que nos “muramos de hambre”. Hay platos muy ricos que sólo llevan verduras.

Y como dicen los médicos, ¿no te faltan muchas proteínas y vitaminas?

En mi caso me tomo unos complementos alimenticios, las algas Kelp y la Spirulina que me permiten no tener carencias ni de yodo ni de hierro. Pero conozco vegetarianos que no toman nada, y ya llevan muchos años siguiendo esta forma de vida, como lo llamo yo.

¿Llevas algún control médico para estar, digamos, totalmente saludable?

Claro, me suelo hacer un análisis de sangre al año, y luego voy al nutricionista para que analice mis resultados y que vea si todo está correcto. Para mí es muy importante, me han contado casos en el que personas han terminado desmayándose por no comer equilibradamente.

Entonces, ¿es duro ser vegetariano?

No lo es, sólo que tienes que saber algunas cosas y cumplirlas para llevar una buena dieta. Por ejemplo, es importante comer legumbres al menos tres veces por semana porque te van a aportar proteínas y hierro, si las complementas con arroz será la combinación perfecta.

¿Qué es lo que más complicado te ha resultado de ser vegetariana?

Pues sobre todo el hecho de salir a comer a restaurantes con los amigos y ver que no tienen ningún plato vegetariano salvo ensaladas a las que, en la gran mayoría de sitios, le añaden algo de carne o pescado.

¿Y en esos casos qué haces?

Pues le pido al camarero que me traiga la ensalada pero que le quite los trozos de pollo, por ejemplo. Aún así, estoy empezando a ver más restaurantes y bares que incluyen platos vegetarianos en su carta. Si no, siempre me queda el bocata de tortilla de patata, eso no falla en ningún bar. (Risas)

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